El vacío a un paso























Un hombre se lanza desde la estratosfera
mientras mi corazón se pierde
en la búsqueda
de las lunas de Júpiter y los diamantes
que cercan con violenta transparencia campos
minados. Soy un animal peligroso
imprevisible como el salto del astronauta
hacia la oscuridad nocturna
Siempre vence el magnetismo del instante
Nunca la señal de la duda
el pensamiento que, sin pensárselo
desaparece en este vacío o en un paso
a treinta mil kilómetros de la Tierra.

Estrellas de neón



Era de madrugada la hora
que noche y día confunden
Pátina de brillo en el asfalto
Algunas siluetas de jóvenes se recortaban
sobre los faros de los últimos coches,
perezosa danza de retorno
Estaban probando las luces de navidad
y llovía
y el azul eléctrico coloreó las sombras
sin contraste
de esta común melancolía.