[Madrid tiene tantos recuerdos...]



Madrid tiene tantos recuerdos
que es imposible caminar
raíces suben enredan piernas
Ni un paso más
avance lento en el fango
gris de adoquín y mis palabras caídas
en el infortunio de una noche
prematura de invierno.


A por el tiempo



Siempre voy a por el tiempo
no dejo que llegue
con la tranquilidad de las estaciones
o el irregular flujo horario
desparramado por la esfera blanca
del reloj.
Las hojas que el viento lleva
corren contra mis pies
remolino predecible, porque
lo sé, me anticipo al instante
de que cubran las botas
y, por un momento, perder
la posición de los pies sobre el suelo.

[Aquel incabado...]



Aquel inacabado diálogo
tiene los ciclos de la Luna
y vuelve a remojar a veces
la orilla de la memoria:
Capas sucesivas
                             esmalte de olas
en la arena eterna brillando
Pedazos romos, unos pocos
recuerdos verde botella, cristal
blanco y ondulada concha.