Últimas tardes con H.



Lo excepcional está sin darse cuenta
Tras el cristal redondeado se
dibuja en las hojas del cuaderno

Con la inocencia del desconocimiento, 
las palabras de su boca
pictórica
rompen de un modo doloroso
y continuo contra el alma vecina
acosada por las olas, presa
de la emoción extraña.

En un segundo el vaso se derrama
Estalla en lágrimas


Parte II: Después del Tractatus



[XI]

Hemos fijado un punto en esta línea. Hay una extraña ley que hizo que nuestras geometrías se cruzaran y se cumpliera la ley del centro, equidistante de todos los lugares. Somos perpendiculares y nos hemos encontrado en la línea de tierra para seguir el camino por el borde del mundo.

Unísono solo



Esta especie de utopía
es como pretender el verano
un día gris insulso
Fuimos pasto de las llamas
ahora
rostros planos sin el relieve
de las sombras que invocan
insinuación y ganas de.
Pero digo que no. Gritaré
también con los dedos al borde
de la piscina azul
–que no es un cuadrado de agua, sino de cielo-
mi coro de tragedia griega a una sola voz:
Espero en el lugar que no existe.


Esta mañana



No sé dónde vas, ni tu nombre,
desconozco los pasos
que te llevan de mañana al andén
pero me gusta pensar
en tu apartamento repleto de discos,
la cocina roja y una taza de café
apurada justo antes
de que tropiece contigo otra vez, como si
corriéramos contrarreloj, contra la lógica
aleatoria de encontrarnos, quizás.



Put the kettle on

Contemplo cómo el agua se caliente
suena encerrada
y su vapor envuelve las curvas
metálicas del hervidor
una fina película de tela invisible.
Justo en el punto
de ebullición
la luz azul se apaga.