Entrar en la vida
con fuerza de vendaval desatado en una llanura desértica,
páramos verdecidos a gusto de cada cual,
inmensamente ricos en espejismos introvertidos.
Esta es la hora izquierda*
en que se logra acceder tras la muralla colosal que
ladrillo por ladrillo
aisla el torrente de vida,
Vida como recreación de lugares imposibles de habitar
pero que tienen el sentido de las cosas conocidas.
Entrar
y arrasar con los diablos hacedores del miedo,
destruir los templos erigidos a equivocados dioses
en un desesperado impulso por llegar a.
* Verso extraído del libro La
tumba de Keats de Juan Carlos Mestre