Llorar dos veces



Llueve y solo queda este faro
que ni siquiera es un faro
porque le falta el mar.
Lo peor de los hombres no es
tropezar dos veces
                                      con la misma piedra
sino llorar
dos veces, por una misma cosa
En la calle y bajo esta lluvia
todo parece tener un poco menos de sentido
Voy a esperar a que esta lágrima se deslice
por la mejilla hasta encontrar el consuelo
de tus dedos para interrumpirla.



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