Deja las copas de vino sobre la
mesa
no te seques el sudor de la
frente
ni intentes desaparecer
en la ambigüedad del silencio
porque me convertiré en acróbata
o en
sigilosa escaladora a rostro
cubierto
Es un esfuerzo inútil cerrar las
puertas,
la invisibilidad, una fórmula
imposible
A menudo me sobreviene tu rostro
en sueños.
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