Lo excepcional está sin darse
cuenta
Tras el cristal redondeado se
dibuja en las hojas del cuaderno
Con la inocencia del
desconocimiento,
las palabras de su boca
pictórica
rompen de un modo doloroso
y continuo contra el alma vecina
acosada por las olas, presa
de la emoción extraña.
En un segundo el vaso se derrama
Estalla en lágrimas