Un minuto más de luz


Un minuto más de luz
del invierno al verano
un minuto más
respirar
y salir hacia zonas menos densas
donde la niebla deja entrever
esa claridad blanquísima
entre ramas de árboles sin hojas,
un fondo en escala de grises.

Al imaginar con fuerza
se puede percibir casi el color
de la luz
cuando vuelva a ser cálida.

El pulso de la ciudad


La ciudad late
en esta gente que compra un café
y monta en bicicleta
camino del trabajo.
El frío es gris y
casi duele en los ojos,
pero es un frío purificador.
Miradas aún asustadizas bajo los gorros
parpadean frente a los chorros de luz
arrojados por los faros de los coches.
Todo despierta y se abre lentamente más
a la aventura de la intemperie, vive.