Estos tres poemas pertenecen a un género que podríamos denominar como poesía de viajes. En casi todos los casos, constituyen un grupo de breves impresiones agrupadas. Para esta primera entrega, China, un viaje realizado en 2007, un viaje iniciático.
I. El bar de Shasha
En este viaje he visto los agujeros
negros
del mapa de su cabeza.
Terminé por tropezar
Y caer allí
caer en la ausencia del sentir
haberlo vivido todo.
II. Hanaxim
Recorriendo tus facciones griegas
me encontré en los lagos de la zona norte
Los ojos empañados
con las lucecitas reflejadas en el agua:
Mirar a la nada,
vano cruce de emociones.
III. Urbanismo salvaje
Las sendas quebradas
incitan
a conocer más
Avanzo, tuerzo y recorro el tumulto ruidoso
de la ciudad vestida con niebla.
Los carteles rojos y dorados
me hablan
[ ]
No entiendo y
caigo abatida en el sinsaber de neón
IV. Hutongs
Pekín a media tarde es
ciudad que camina nuestra soledad.
Nada o cansancio. O todo.
No alcanzo a comprender la
contradicción
que supone ser dos.
V. Logística de huida
Paseas solo la inmensidad
de la Ciudad Prohibida
perdido en el eco del resto de voces
Una mirada persevera por encontrar
la senda aleatoria de tus pasos.
Pero dejas atrás a los enemigos antes
de que tu presencia silenciosa te delate.
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